La pérdida de audición en niños puede ser hereditaria o producirse por lesiones y enfermedades. De 1000 niños recién nacidos, 3 o 4 de ellos padecen una pérdida de audición relevante

Una pérdida de audición hereditaria no quiere decir que uno o ambos padres sean discapacitados auditivos. El 90% de los niños con pérdida de audición congénita (pérdida de audición presente desde el nacimiento) nacen de padres sin ningún problema de audición, simplemente han transmitido esta condición a sus hijos por ser portadores del gen.

Las enfermedades prenatales y las infecciones durante el embarazo, como la rubeola, sífilis, consumición de toxinas o cualquier complicación que tiene lugar en el momento del parto son la causa de de la pérdida auditiva congénita, que afecta entre un 5 y un 10% de la población infantil.

Otras causas de la pérdida de audición infantil son los traumas en la cabeza, infecciones como la meningitis, sarampión o varicela que pueden producir una pérdida de audición permanente, también ciertos medicamentos pueden provocar la pérdida de audición en los niños.

La pérdida de audición infantil puede ser difícil de detectar. En la mayoría de los casos son los padres los que se dan cuentan de que sus hijos padecen problemas de audición, en el resto de los casos son los servicios sanitarios o pediatras.

Es esencial detectar la pérdida auditiva en los niños cuanto antes, ya que se encuentra en plena fase de desarrollo y crecimiento y de no ayudarles, podría influir negativamente en su vida. La etapa de la niñez determina su conducta futura, y si los niños no oyen como deberían, pueden volverse más tímidos, introvertidos y con ello, más inseguros.

Si duda de la correcta audición de sus hijos, contacte con el Centro Auditivo Audimón y le ayudaremos a resolver todas las dudas que tenga y buscaremos la mejor solución para cualquier problema.

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